lunes, 20 de marzo de 2017

CAMBIA EL “ES QUE…” POR “TENGO QUE…”

¡No puedo hacerlo!, ¡lo quiero ya!, ¡así no! Estas exclamaciones son habituales en los niños que están acostumbrados a no aceptar un no por respuesta y que son incapaces de asumir una frustración o un fracaso en cualquiera de las facetas de su rutina diaria.
Aceptar los fracasos y las situaciones adversas requiere un aprendizaje por parte de los pequeños. Algunos aspectos que hay que tener en cuenta son:

1. No darle todo hecho: si se le facilita todo al niño y no se le permite hacer las cosas por sí mismo, es difícil que pueda equivocarse y aprender, así, a enfrentarse al fracaso.

2. No ceder ante sus rabietas

3. Ser ejemplo para ellos: la actitud positiva de los padres y maestros a la hora de afrontar las dificultades es el mejor ejemplo para que  aprendan a solventar sus problemas.

4. Educarle en el esfuerzo: es necesario enseñar al niño que es necesario esforzarse.

5. Marcarle objetivos razonables, realistas y ajustados a su edad.

6. Convertir la frustración en aprendizaje,    resolviendo el problema autónomamente cuando vuelva a presentarse.


7. Enseñarle a ser perseverante: Si el niño aprende que siendo constante puede solucionar muchos de sus problemas, sabrá controlar su frustración en otras ocasiones. 


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