El ajedrez es un juego de
estrategia, o un “juego - ciencia”, como algunos lo han definido, que destaca
por su concentración, capacidad de análisis y de toma de decisiones.
Habilidades mentales que desarrolla junto al planteamiento, verificación o
descarte de hipótesis, base del pensamiento científico.
Considerado como deporte
por el Comité Olímpico Internacional al fomentar aspectos intelectuales y recreativos,
a la vez que favorece la socialización y el respeto por las normas entre
quienes lo practican.
Hay muchos estudios que
aconsejan practicarlo cuanto antes, ya que así desarrolla más destrezas que si
empezamos de mayores. De hecho, grandes ajedrecistas de la historia empezaron a
jugar en su infancia, con apenas 4 años.
Además del aumento del CI
(coeficiente intelectual), los ajedrecistas destacan en gran variedad de
cualidades: atención, concentración (en clase no se distraen), memoria, dominio
de sí mismos, disciplina, voluntad, capacidad de análisis y de síntesis, mejora
la comprensión lectora, estimula la capacidad de superación, la lógica o
sentido común, la capacidad de organización y planificación.
Su práctica favorece las
relaciones sociales, el aprendizaje
de nuestros propios errores y aumenta el sentido de la responsabilidad. Mejora
las facultades espaciales, numéricas y organizativas (planificación de tareas)
y la capacidad de decisión y superación.
Potencia la inteligencia
emocional, fomenta los valores positivos, el saber perder y ganar, a aceptar
los contratiempos y a superarlos.
Todo ello le ayudará a
crecer en inteligencia emocional, a aumentar su creatividad, empatía y autoestima.
En próximos artículos
intentaremos analizar más detenidamente todas estas cualidades, agrupándolas en
beneficios intelectuales, mentales, sociales y de carácter.
Pero la mejor cualidad del
ajedrez es, sin duda, lo DIVERTIDO que resulta para los niños.
Lo cierto es que, ya sea en
el colegio como actividad extraescolar, o en casa, el ajedrez beneficia a los
niños desarrollando TODAS SUS INTELIGENCIAS, independientemente de su sexo o de
su nivel socioeconómico.
Hasta pronto.
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